Ante la infinidad de pinceles y kits que van surgiendo día tras día, estamos realmente tentadas a comprar mil cosas.
Pero ¿es realmente necesario?
Como sabéis, soy práctica y no tengo mucha paciencia / tiempo así que, aunque tengo muchas brochas, me gusta aplicar la base con las manos y creo que son perfectas para eso.
Con las manos es más fácil de extender, aplicar en todos los rincones del rostro, hacer una cobertura más alta o más clara, y uniformar el rostro.
Además, ahorra trabajo y dinero, porque no tienes que elegir un cepillo, lavarlo un cepillo y pagar por otro cepillo.
Una opción barata que funciona son las esponjas, esas baratas que encontramos en las tiendas de cosmética.
Son prácticas, económicas y también sirven para aplicar el polvo.
Sigo prefiriendo aplicarlo con las manos, pero con la esponja puedes hacer una cobertura más ligera o más espesa fácilmente, sin comprometer la uniformidad de la piel.
Aun así, si quieres invertir en un pincel, elige un dúo de fibras o un kabuki, que son multiusos y, por lo tanto, se pueden utilizar para aplicar otras cosas además de la base.
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